sábado, 22 de septiembre de 2007
ACERCAMIENTO AL CONCEPTO DE BELLEZA EN LA CULTURA POPULAR EN LA CUIDAD DE MEDELLIN
ESPECIALIZACIÓN EN CREACIÓN FOTOGRÁFICA
FACULTAD DE ARTES
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
2006
Formulación De La Propuesta De Creación
La directriz que enmarca ésta propuesta se plantea en una indagación en torno a la elaboración del concepto de belleza en la cultura popular en la ciudad de Medellín. Qué es, como se inscribe y cómo se desarrolla.
MARCO CONCEPTUAL
En toda la historia de la pintura, de la escultura y hasta la fotografía nos encontramos con un manejo de la imagen de la mujer que encarna cualidades benéficas, de un cuerpo de creación en el que se gesta el génesis de la vida, un florecimiento en el romanticismo de lo femenino encarnado en la belleza del cuerpo humanizado en las formas orgánicas de la mujer y del paisaje. Una instancia en la que lo femenino es objeto de representación.
En nuestro tiempo la imagen de la mujer ha sido tratada no como individualidad, ser humano de sexo femenino, sino como representante de un género, sin características diferenciadoras entre sus semejantes, lo que la ha convertido de objeto de representación (imágenes de la historia del arte) a objeto en la representación (imágenes actuales). El considerar a un ser humano como un objeto en la imagen, lo traslada fácil y consecuentemente al campo de la vida, y el gran poder de la imagen es dar capacidad de reflexión en el campo de lo simbólico.
En un proceso de observación de nuestra cultura, nuestra ciudad y sus acontecimientos, la industria comercial y la publicidad se han apropiado de un lenguaje específico entorno a la imagen de la mujer y a su relación con los productos comerciales. Las imágenes de los catálogos de maquillaje, de ropa interior, los comerciales de TV, las vallas publicitarias, los anuncios de radio, entre otros, en las que se recomienda cómo verse, o vestir o maquillarse. Así como las diferentes revistas de moda que hoy por hoy se realizan para cada género, se convierten en una nueva iconografía que lleva implícita la reinvención de la belleza como una categoría de expresión cultural, dentro de una explosión de identidades culturales bajo el poder del mercado popularizado. Distintos roles son impuestos por los medios masivos, los que actúan de forma inconsciente en el imaginario de nuestra sociedad. Y bajo los cuales se articula una mirada que no es propia en el sujeto sino que es impuesta por la denominada cultura pop.
El culto a la belleza, cuyos orígenes se sitúan en los tiempos del Renacimiento, y bajo el paradigma de la juventud como característica central de una sociedad del simulacro; las imágenes y el consumo, parecen ser hoy las condiciones esenciales de toda expresión en los medios, tanto publicitarios como audiovisuales. Ningún anuncio comercial puede escapar a la tentación de utilizar el cuerpo de una mujer para dibujar sus bondades. Desde cervezas y cigarrillos, hasta ropa íntima, automóviles, cremas bronceadoras y toda suerte de artículos, y algunos de primera necesidad encuentran en el cuerpo femenino su mejor y único argumento.
Sabemos que la cultura popular es la cultura inscrita en el pueblo, opuesta a una cultura elitista que sólo corresponde a una parte de la población. Los muchos trabajos e investigaciones realizados en torno a la cultura, parten de marcos conceptuales y metodológicos específicos centrados en la búsqueda de matrices teóricas capaces de encontrar la relación existente entre los sujetos sociales y sus expresiones culturales. De ésta manera es posible acceder a caracterizaciones que resumen las manifestaciones culturales y artísticas, en dos categorías complementarias y opuestas: cultura de elite y cultura popular, en las que se vincula de manera directa la pertenencia a una clase social con una producción simbólica determinada. Posteriormente, éstas caracterizaciones se amplían con la reproducción técnica y el uso generalizado de los medios masivos de comunicación, dando lugar a lo que se conoce como la cultura de masas.
Nuestro tiempo se ve marcado por la "globalización" y la mundialización de la cultura, modificaciones en los métodos de producción que repercuten en la estructura económica y social. Coyuntura que nos sitúa en un punto de inflexión desde el cual aparece el agotamiento de estas categorizaciones clásicas y presupone el desafío de encontrar nuevas conceptualizaciones teóricas.
Vivimos bajo un paradigma de idealización de la "mujer", en la que lo femenino reposa sobre el artificio, creando un juego de signos indumentarios, morfológicos y gestuales; así como el cuerpo masculino debe mantenerse joven, bello y eficiente si quiere convertirse en un objeto deseado y en un instrumento de poder. Estos múltiples cambios se expresan en novedosas relaciones simbólicas, estéticas y comunicativas.
Es así, que en este proceso de homogenización de la cultura, cumplen un rol fundamental los medios masivos y las nuevas tecnologías que diluyen o reafirman según los casos, las identidades culturales y convierten el planeta en un solo mercado mundial tendiendo a conformar la existencia de públicos cada vez más homogéneos pero simultáneamente cada vez más fragmentados.
La pluralidad como concepto borra los "estados culturales puros", dejando como opción solo, la "hibridación". De ésta manera, los "híbridos" como categoría se universalizan, el arte culto se mezcla con lo masivo, lo popular se nutre de la cultura de masas, la publicidad tiñe la estética popular y así sucesivamente es posible seguir desarticulando, relacionando e integrando manifestaciones culturales de diversa índole y procedencias.
De esta forma, la belleza, lo elitista, lo popular y lo masivo como categorías resultan en la actualidad insuficientes para clasificar fenómenos culturales. Nuevas contradicciones aparecen y lo que años atrás pareció relativamente fácil de ser identificable, hoy se complejiza.
Definir la cultura popular, es en la actualidad mas que una suma de categorías, un cúmulo de problemas e inquietudes donde lo específico pierde peso y deja lugar a instancias concretas y particulares y donde lo interesante es centrarse entonces, en indagar acerca de estas manifestaciones y no en la posibilidad de una acabada categorización y construcción tipológica.
Objetivo General
Elaborar y desarrollar un proyecto de creación fotográfica que evidencie la construcción del concepto de belleza en los distintos procesos culturales de nuestra ciudad.
Objetivos Específicos
Analizar históricamente la configuración de la cultura popular en
la ciudad de Medellín.
Conocer los aspectos políticos, económicos y sociales que implica el concepto de belleza en la actualidad.
Identificar los roles de género impuestos por los medios masivos.
Encontrar pautas en el reconocimiento de los fenómenos culturales y en especial de la cultura popular en la ciudad de Medellín.
identificar las diversas manifestaciones iconográficas y estéticas de la cultura popular.
METODOLOGíA
Ésta propuesta se puede desarrollar en tres etapas:
Primera etapa: búsqueda e interpretación de autores afines al interés, localización e interacción con posibles zonas de trabajo que posibiliten un trabajo de campo.
Segunda etapa: formulación de un proyecto artístico basado en la interpretación de la información recolectada en el trabajo de campo.
Tercera etapa: producción y exposición del proyecto.
BIBLIOGRAFÍA:
RUHRBERG, SCHNECKENBURGER, FRICKE, HONNEF. Arte del Siglo XX. Ed. Océano. España. 2003. 840 págs.
HERNANDEZ SANCHEZ, Domingo (Editor). Arte, Cuerpo, Tecnología. Ed: Universidad Salamanca. España. 2003. 290 págs.
BAUDRILLARD, Jean. Cultura y Simulacro. Ed: Kairós. Barcelona. 1978. Págs 9-20.
_____________________ El Intercambio Simbólico y la Muerte. Ed: Gallimard. Venezuela. 1976.
_____________________ De la Seducción. Ed: Cátedra S.A. México. 1990.
_____________________ Las Estrategias Fatales. Ed: Anagrama. Barcelona. 1894. pág: 87.
_____________________ Pantalla Total. Ed: Anagrama. Barcelona. 1992.
GUASCH, Ana María. Las Vanguardias del Siglo XX.
_____________________ El Arte Último del Siglo XX. Del Posminimalismo a lo Multicultural. Ed: Alianza Forma. Madrid. 2001. 597 págs.
MARK, Dery. Velocidad de Escape. Ed: Siruela. España.396 págs.
HISTORIA DEL ARTE. Primer Renacimiento. Volumen 15. Ed: Salvat. Barcelona. 2000.
ORLAN 1964-2001. Catálogo Exposición Retrospectiva. Ed: Universidad Salamanca. 2002
157 págs.
SONTANG, Susan. Sobre la Fotografía. Ed: Alfaguara. Bogotá. 285 págs.
Bolleme, G. Significados culturales de lo "popular". Grijalbo. México. 1990.
Bourdieu, P. La distinción. Ed: Taurus. Madrid. 1988.
Flores Ballesteros, E. "Pasen y vean: arte popular". En Rev. Encrucijadas. Núm. 1. UBA. Buenos Aires. 1994.
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Culturas Híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad. Sudamericana. Buenos Aires. 1992.
Grignon, C. y Passeron, J. Lo culto y lo popular: miserabilismo y populismo en sociología y en literatura. Nueva Visión. Buenos Aires. 1991.
Martin-Barbero, J. De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía. G. Gilli. Barcelona. 1987.
FACULTAD DE ARTES
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
2006
Formulación De La Propuesta De Creación
La directriz que enmarca ésta propuesta se plantea en una indagación en torno a la elaboración del concepto de belleza en la cultura popular en la ciudad de Medellín. Qué es, como se inscribe y cómo se desarrolla.
MARCO CONCEPTUAL
En toda la historia de la pintura, de la escultura y hasta la fotografía nos encontramos con un manejo de la imagen de la mujer que encarna cualidades benéficas, de un cuerpo de creación en el que se gesta el génesis de la vida, un florecimiento en el romanticismo de lo femenino encarnado en la belleza del cuerpo humanizado en las formas orgánicas de la mujer y del paisaje. Una instancia en la que lo femenino es objeto de representación.
En nuestro tiempo la imagen de la mujer ha sido tratada no como individualidad, ser humano de sexo femenino, sino como representante de un género, sin características diferenciadoras entre sus semejantes, lo que la ha convertido de objeto de representación (imágenes de la historia del arte) a objeto en la representación (imágenes actuales). El considerar a un ser humano como un objeto en la imagen, lo traslada fácil y consecuentemente al campo de la vida, y el gran poder de la imagen es dar capacidad de reflexión en el campo de lo simbólico.
En un proceso de observación de nuestra cultura, nuestra ciudad y sus acontecimientos, la industria comercial y la publicidad se han apropiado de un lenguaje específico entorno a la imagen de la mujer y a su relación con los productos comerciales. Las imágenes de los catálogos de maquillaje, de ropa interior, los comerciales de TV, las vallas publicitarias, los anuncios de radio, entre otros, en las que se recomienda cómo verse, o vestir o maquillarse. Así como las diferentes revistas de moda que hoy por hoy se realizan para cada género, se convierten en una nueva iconografía que lleva implícita la reinvención de la belleza como una categoría de expresión cultural, dentro de una explosión de identidades culturales bajo el poder del mercado popularizado. Distintos roles son impuestos por los medios masivos, los que actúan de forma inconsciente en el imaginario de nuestra sociedad. Y bajo los cuales se articula una mirada que no es propia en el sujeto sino que es impuesta por la denominada cultura pop.
El culto a la belleza, cuyos orígenes se sitúan en los tiempos del Renacimiento, y bajo el paradigma de la juventud como característica central de una sociedad del simulacro; las imágenes y el consumo, parecen ser hoy las condiciones esenciales de toda expresión en los medios, tanto publicitarios como audiovisuales. Ningún anuncio comercial puede escapar a la tentación de utilizar el cuerpo de una mujer para dibujar sus bondades. Desde cervezas y cigarrillos, hasta ropa íntima, automóviles, cremas bronceadoras y toda suerte de artículos, y algunos de primera necesidad encuentran en el cuerpo femenino su mejor y único argumento.
Sabemos que la cultura popular es la cultura inscrita en el pueblo, opuesta a una cultura elitista que sólo corresponde a una parte de la población. Los muchos trabajos e investigaciones realizados en torno a la cultura, parten de marcos conceptuales y metodológicos específicos centrados en la búsqueda de matrices teóricas capaces de encontrar la relación existente entre los sujetos sociales y sus expresiones culturales. De ésta manera es posible acceder a caracterizaciones que resumen las manifestaciones culturales y artísticas, en dos categorías complementarias y opuestas: cultura de elite y cultura popular, en las que se vincula de manera directa la pertenencia a una clase social con una producción simbólica determinada. Posteriormente, éstas caracterizaciones se amplían con la reproducción técnica y el uso generalizado de los medios masivos de comunicación, dando lugar a lo que se conoce como la cultura de masas.
Nuestro tiempo se ve marcado por la "globalización" y la mundialización de la cultura, modificaciones en los métodos de producción que repercuten en la estructura económica y social. Coyuntura que nos sitúa en un punto de inflexión desde el cual aparece el agotamiento de estas categorizaciones clásicas y presupone el desafío de encontrar nuevas conceptualizaciones teóricas.
Vivimos bajo un paradigma de idealización de la "mujer", en la que lo femenino reposa sobre el artificio, creando un juego de signos indumentarios, morfológicos y gestuales; así como el cuerpo masculino debe mantenerse joven, bello y eficiente si quiere convertirse en un objeto deseado y en un instrumento de poder. Estos múltiples cambios se expresan en novedosas relaciones simbólicas, estéticas y comunicativas.
Es así, que en este proceso de homogenización de la cultura, cumplen un rol fundamental los medios masivos y las nuevas tecnologías que diluyen o reafirman según los casos, las identidades culturales y convierten el planeta en un solo mercado mundial tendiendo a conformar la existencia de públicos cada vez más homogéneos pero simultáneamente cada vez más fragmentados.
La pluralidad como concepto borra los "estados culturales puros", dejando como opción solo, la "hibridación". De ésta manera, los "híbridos" como categoría se universalizan, el arte culto se mezcla con lo masivo, lo popular se nutre de la cultura de masas, la publicidad tiñe la estética popular y así sucesivamente es posible seguir desarticulando, relacionando e integrando manifestaciones culturales de diversa índole y procedencias.
De esta forma, la belleza, lo elitista, lo popular y lo masivo como categorías resultan en la actualidad insuficientes para clasificar fenómenos culturales. Nuevas contradicciones aparecen y lo que años atrás pareció relativamente fácil de ser identificable, hoy se complejiza.
Definir la cultura popular, es en la actualidad mas que una suma de categorías, un cúmulo de problemas e inquietudes donde lo específico pierde peso y deja lugar a instancias concretas y particulares y donde lo interesante es centrarse entonces, en indagar acerca de estas manifestaciones y no en la posibilidad de una acabada categorización y construcción tipológica.
Objetivo General
Elaborar y desarrollar un proyecto de creación fotográfica que evidencie la construcción del concepto de belleza en los distintos procesos culturales de nuestra ciudad.
Objetivos Específicos
Analizar históricamente la configuración de la cultura popular en
la ciudad de Medellín.
Conocer los aspectos políticos, económicos y sociales que implica el concepto de belleza en la actualidad.
Identificar los roles de género impuestos por los medios masivos.
Encontrar pautas en el reconocimiento de los fenómenos culturales y en especial de la cultura popular en la ciudad de Medellín.
identificar las diversas manifestaciones iconográficas y estéticas de la cultura popular.
METODOLOGíA
Ésta propuesta se puede desarrollar en tres etapas:
Primera etapa: búsqueda e interpretación de autores afines al interés, localización e interacción con posibles zonas de trabajo que posibiliten un trabajo de campo.
Segunda etapa: formulación de un proyecto artístico basado en la interpretación de la información recolectada en el trabajo de campo.
Tercera etapa: producción y exposición del proyecto.
BIBLIOGRAFÍA:
RUHRBERG, SCHNECKENBURGER, FRICKE, HONNEF. Arte del Siglo XX. Ed. Océano. España. 2003. 840 págs.
HERNANDEZ SANCHEZ, Domingo (Editor). Arte, Cuerpo, Tecnología. Ed: Universidad Salamanca. España. 2003. 290 págs.
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_____________________ El Intercambio Simbólico y la Muerte. Ed: Gallimard. Venezuela. 1976.
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157 págs.
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Martin-Barbero, J. De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía. G. Gilli. Barcelona. 1987.
sábado, 1 de septiembre de 2007
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